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Vale, no se fía de ti ni un pelo. A pesar de que con esta mejora en un futuro inmediato su casita se alquilará mejor... ¡Peor para él! si tu casero se niega a que toques paredes o suelos, ¡no pasa nada! comienza la operación camuflaje. Podemos jugar con el color, los complementos y un montón de ideas creativas para que ese fondo horrible pase totalmente desapercibido.
- Por ejemplo, el tema de los accesorios de baño. Tu casero no te deja cambiarlos, pero si los desatornillas (y los guardas bien hasta el día que te vayas), puedes colocar en su lugar un modelo mucho más actual que se fija con ventosas. Cestas, toalleros, portarollos o ganchos que agarran perfectamente en superficies lisas como los azulejos. Lo mejor es que cuando cambies de casa, atornillas los viejos en su lugar y te llevas los tuyos al pisito nuevo.