Hay modelos rectangulares, estrechos, alargados, redondos... Lo más importante es que sea una alfombra fácil de mantener (mejor si es lavable y se puede meter a la lavadora) y que no moleste al abrir la puerta. ¿Lisa, estampada, de algodón, lana, fibras naturales? en la puerta de casa es fácil que caigan muchas manchas (de los zapatos, la bolsa basura...). Si crees que vas a sufrir por ellas escoge un modelo estampado, o una alfombra de fibras naturales. Si has dado el paso de dotar de luz natural al recibidor gracias a las mil soluciones que existen (tirar tabiques o instalar fijos de cristal, puertas de vidrio y metal o separadores de madera), ¡genial! tienes manga ancha para escoger la alfombra que quieras. Si todavía no ha llegado esa pequeña reforma y tu recibidor sigue siendo oscuro, escoge una alfombra de un color claro.