Si nuestro jardín lo hemos planificado nosotros, seguramente habremos pensado en el tipo de árboles, su crecimiento y su ubicación para no interferir con elementos estructurales. También podría pasar que ese jardín fuera antiguo. Un jardín que no hemos planificado nosotros o que no hemos planificado bien. Sea como sea, las raíces de los árboles hay que tenerlas muy en cuenta porque pueden hacer destrozos importantes.
Pueden hacer grietas en paredes, daños en medianeras, roturas de cañerías o instalaciones de agua, problemas con fosas sépticas o problemas de crecimiento que impiden que puertas y ventanas se abran bien.
Como vemos, los árboles en un jardín son importantes. Lo bueno es que el problema de las raíces no surge de un día para otro, así que si empezamos a ser conscientes de que nos podría pasar facturas, quizá sea necesario contactar con un profesional para que nos de la mejor solución, que la mayoría de veces pasa por cambiar de ubicación el árbol o directamente apostar por otra especie.