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Visto en: Dcore
Seguramente quién inventó esto ni si quiera se lo creía. Tener muchos armarios no es garantía de tener una casa ordenada. Es más, puede actuar justo al revés. A más armarios más trastos y posiblemente más desorden.
La clave es tener los armarios que necesitas, justo en el lugar donde te hacen falta y con un tamaño adecuado a lo que guardan. Lo ideal es que, por ejemplo, las toallas estén en un armario en el baño. O que el ropero esté en el lugar donde te vistes.
Si cada objeto tiene un lugar determinado donde guardarse es más fácil que vuelva a su lugar. Así se consigue orden, no llenando la casa de armarios hasta los topes y sin sentido.