Con la intención de aislar la vivienda del ruido externo habitual de la plaça reial, se ha creado un balcón interior con carpintería de aluminio para proporcionar aislamiento acústico. Hemos repicado las paredes interiores para dejar ver el ladrillo y su historia, que crea formas de arco. También hemos pavimentado el balcón con baldosa hidráulica con colores relacionados a los que hemos utilizado en el resto de la casa y que a su vez, se integran muy bien con las tonalidades de la plaza. En las paredes, resaltan las pinturas estucadas originales, ocultas y dañadas durante años, que hemos recuperado e integrado con la pintura del resto de paredes. Nuestro objetivo principal era resaltarlas tal como estaban y, al mismo tiempo, que quedaran integradas en la vivienda.