El tema del dinero siempre es importante. Pero hay veces en que no planificamos un presupuesto y miramos la reforma (pequeña o grande) pensando individualmente. Es decir, miramos el precio más barato del m² para el suelo, el wc más económico, la mampara más barata... Es preferible hacer un presupuesto global y pensar de forma general. De esa manera podremos utilizar partidas presupuestarias más altas para ciertos elementos sin buscar lo más barato. No quiere decir que derrochemos, pero sí que miremos y comparemos precios y sobre todo calidades. De nada nos servirá comprar un suelo por su bajo precio, si no resiste la humedad, el agua o los golpes. Tarde o temprano tendremos que cambiarlo (y lo más seguro es que más temprano que tarde). Lo barato a veces (a la larga) sale caro.