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Visto en: NADAL VILLENA
Y aquí el abanico es inmenso. Sillas que un día sufrieron el ataque de la carcoma, butacas con la tapicería destrozada, viejas consolas, espejos, taburetes... En la red encontrarás un montón de tutoriales en los que la gente cuenta cómo transformó un viejo mueble que heredó de su abuela (o directamente del contenedor), para hacerlo renacer de tal manera, que nadie pensaría que tenía medio pie en la basura. Si no eres muy manitas, tampoco pasa nada, siempre puedes llevarlo a un restaurador o tapicero para que sepa descubrir la belleza interior de tu mueble.