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Reformadisimo
La simetría es acogedora y así lo demuestra este baño en tonalidades pastel y blanco, donde cada elemento y detalle está escogido con sumo mimo. Dos lavabos cuadrados cuya superficie sobresale de la encimera y los espejos redondos apuntan el centro visual del baño y se convierten en los elementos protagonistas. Nada es casual, todo está perfectamente ordenado. Se trata de un claro ejemplo de que un baño ordenado y simétrico aporta mucha calidez al espacio.