No todas las ciudades cuentan con la suerte de tener un agua blanda. Lo cierto es que hay lugares como valencia que tienen un agua llena de cal. Esto no se lleva bien ni con los electrodomésticos (como la lavadora) ni con estancias como el baño.
La cal hará que la grifería pierda brillo. Las mamparas se harán poco a poco menos transparentes (como sucede con los vasos tras muchos lavados en el lavavajillas). Asimismo, los azulejos se quedarán como blanquecinos por el exceso de esta cal. Lo peor de todo es que si no hay un buen mantenimiento la cosa se puede ir de las manos. La cal puede obturar grifos y terminar por deteriorar por completo las tuberías.
Como remedios naturales y caseros para acabar con la cal, tienes el vinagre y el limón. En las mamparas, nada como secarlas nada más ducharse. Si te da pereza, compra un pulverizador y llénalo de agua y vinagre. Rocía la mampara y deja que actúe antes de retirarlo con agua.