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¿Quién no tiene una vieja bicicleta? unas veces porque se pasan de moda, otras porque se quedan pequeñas o están oxidadas. ¡Cuánto más antigua mejor! Rescata esa vieja bici del fondo del trastero, o sal a buscarla a tiendas de segunda mano o mercadillos locales. Dale una mano de esmalte antioxidante, y déjala que luzca en tu jardín. Y si es más nueva, y te encanta mirarla, déjala que entre en la decoración de tu casa. Al principio solo pasaban hasta el recibidor, pero ahora se pueden ver ya muchas ideas en pinterest y blogs, en las que las bicis o partes de ellas decoran cualquier estancia. Sus ruedas pueden ser la base perfecta de una mesa (que se mueva mucho), o sus manillares, unos percheros súper originales.