Ya tienes claro el orden. Ahora toca hacer cajas. Ten en cuenta varios aspectos que pueden parecer muy lógicos pero que cuando uno se pone a llenar cajas olvida por completo. Las cajas pequeñas son buenas para los objetos pesados, las cajas grandes son buenas para objetos que no pesan. Así de sencillo. La lógica es la lógica, si llenamos una caja enorme con cosas pesadísimas seguramente tendremos que terminar la jornada en el hospital con un buen enganchón de espalda. No seas ansioso, te costará más llenar las cajas pequeñas con objetos pesados, pero tu salud te lo agradecerá. Asimismo, no te olvides de etiquetar tus cajas o te volverás loco en tu nueva casa abriéndolas para encontrar las cazuelas y los platos. Por último, indica también cuándo una caja es frágil, al menos si no quieres llegar con objetos rotos en mil pedazos.