x
Visto en: Esolea
Siempre estás pensando que tu cocina es incómoda, que no te sientes a gusto con ella, que es estrecha y no te gusta pasar tiempo allí. Y lo peor de todo es que te encanta cocinar, pero claro en un espacio tan anodino, no apetece ni siquiera entrar.
- Solución: abre la cocina al salón. Intégrala de forma natural y coloca una barra o mostrador para poder trabajar en la cocina y poder observar desde ella lo que ocurre en el salón. Aunque se trate de una cocina pequeña, el resultado puede ser espectacular y puedes cambiarla por completo. Con una integración de este tipo, tu casa estará más unificada y parecerá más un hogar. Además, las cocinas abiertas al salón invitan a compartir tiempo con la familia y amigos.