Son varios los factores que empujan a muchos a hacer reformas en verano. Está el tema vacaciones: teniendo más tiempo libre se puede supervisar mejor los trabajos. Otro es culminar a tiempo las reformas que deben estar listas antes de la llegada del frío (climatización, chimeneas...). También es un hecho probado la tranquilidad que se respira en una ciudad en los meses de vacaciones: eso se traduce en menor tráfico y mayor facilidad de los trabajadores para aparcar, subir materiales, instalar un contenedor en la calle para el escombro. En verano todas estas molestias, incomodan mucho menos. Por todos estos motivos, tanto si lo que pretendes es una reforma integral, como si estás pensando en mejorar algunas zonas de casa, ahora es un buen momento para ponerse con ellas.