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El poder del limón es alucinante, consigue eliminar cualquier resto de grasa y suciedad que podamos tener en las ventanas de cualquier parte de la casa. Lo que tenemos que hacer es mezclar en un recipiente un limón y extraer su jugo. Este lo tenemos que mezclar con agua tibia y con vinagre blanco y con la ayuda de un pulverizador, aplicar toda la mezcla sobre los cristales. Verás como poco a poco la suciedad se va ablandando y cayendo por el cristal. Ahora, solo queda retirar los restos con la ayuda de una bayeta o trapo suave.