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Todos sabemos que este año es el año del classic blue, una maravillosa tonalidad que nos despierta energía, buena onda y también paz. Sin embargo, es cierto que en dosis elevadas nos puede resultar un poco cargante, pero eso es lo bueno de la decoración: que podemos introducir la intensidad como deseemos. En una cocina, puedes desde elegir una pared en este pantone hasta pequeños detalles de mobiliario, como una estantería o una mesa. Sin embargo, sea como sea, conseguirás un espacio mucho más personal con este color.