Reconocemos la mancha y tenemos el producto, pero también sería interesante conocer algunos trucos para dejarlo como nuevo.
Lo primero que deberíamos hacer es limpiar barriendo con ímpetu todo el suelo. Así retiraremos la suciedad y no se mezclará con los productos que usemos.
Podemos aplicar aceite de linaza. Es un aceite que se aplica con brocha. No necesitas mojar demasiado el suelo para que sea efectivo. Debes, además, dejar secarlo durante 24 horas para que el producto se absorba correctamente.
Espera el tiempo indicado y cuando el suelo deje de brillar aplica cera incolora con un trapo y esponja. Si tienes manchas que se resisten, busca productos específicos para este tipo de manchas y aplícalo con fregona de algodón.
En el caso de los suelos porosos menos delicados y sucios, puedes optar simplemente por agua caliente y lejía a partes iguales. Mezcla y limpia sobre la mancha.