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Visto en: Urbenova
El aluminio muchas veces nos da quebraderos de cabeza porque suelen quedar restregones cuando lo limpiamos con algún producto comercial. Para que brille como el primer día, puedes aplicar el bicarbonato en un trapo humedecido con agua y frotar. Aunque en el caso de los electrodomésticos como el microondas o el horno, lo peor es la grasa que hay en el interior. Moja el interior del horno con agua y deja reposar el bicarbonato bien extendido por el horno. Deja reposar durante unas horas y después retira con agua y jabón. Aclara bien la mezcla para que no queden restos. Es un truco infalible.