En invierno, tanto las ventanas como las puertas pueden ser el origen de fugas de calor. En verano, estas fugas podrían hacer que el calor entrara desde el exterior y bajara el rendimiento de nuestros equipos de climatización. En todo caso, la solución pasa por unas buenas ventanas con unos cristales adecuados que ofrezcan un aislamiento térmico reforzado.
Un buen ejemplo es el doble acristalamiento climalit plus. Con planitherm xn® o 4S®, este acristalamiento con capa de aislamiento térmico reforzado garantizan una temperatura estable en el interior. En invierno, estos cristales pueden aislar hasta 3 veces más que un doble acristalamiento básico.
En verano, las ventanas con climalit plus reducirán a la mitad la entrada de calor, por lo que el aire acondicionado no será tan necesario, logrando así un ahorro notable en la factura de la luz.