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Visto en:
Perone Building Group Srl
Invierte en lo verdaderamente importante. Por ejemplo, el plato de ducha. No, no te vale cualquiera, porque si un día se te cae un bote de colonia es fácil que lo rompas. Tampoco te vayas a lanzar a pintar los azulejos o poner un suelo vinílico si sospechas que hay humedades en ese cuarto de baño. en resumen: no pongas parches. Reformar el baño o la cocina puede suponer un buen pellizco con el que no contabas, pero lo vas a amortizar en seguida evitando costosas reparaciones.