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Este es un ejemplo de cómo puede cambiar el aspecto de un cuarto de baño sin necesidad de hacer obras en casa. Tan sólo hacen falta unas cuantas claves para darle un giro radical y convertirlo en una estancia atractiva y plenamente actual. La apariencia del baño es la típica de los años 50 o 60, cuando se produjo el boom de la vivienda social y todo se hacía en serie e igual de aburrido. Utiliza aquellos azulejos en tonos pastel, colocados a rompejunta, y tan sólo se permite romper la monotonía con el listelo negro. Para rematar el conjunto, el verde-negro del alicatado y el blanco de los sanitarios se combina desafortunadamente con el rosa de la pared y los complementos. Veamos el cambio en estos dúos de imágenes antes/después.