Ahora que ya tenemos el fondo perfecto, toca ponerlo guapo por fuera. Puedes entregar el frente con la misma tela que las cortinas, cambiarle los tiradores, añadir unos cuarterones acristalados o retirar las puertas para en su lugar poner unas de celosía (así la ropa respira mejor). Con papel pintado también quedan genial, lo mismo que con un práctico frente de espejo para mirarse cuando nos vestimos. Las molduras vuelven a estar de moda y le dan un aire vintage que enamora. Y si te gusta el rollo retro, puedes usar pintura para muebles o chalk paint. En el caso de la habitación de los peques, los stikers o vinilos siempre son un éxito. Súper fáciles de pegar cuando les encantan, y de despegar cuando se hacen mayorcitos y quieren cambiar el look de su cuarto.
- Estéticamente perfecto. Un frente de madera y espejo que llega hasta el techo y que incluso integra la rejilla de ventilación por conductos.
¿Y tú, planeas hacer cambios en los armarios de casa? ¿Necesitas hacer nuevos o mejorar los que ya tienes? anímate a dejar un comentario.