Toda esa mezcla de materiales, colores o texturas es común en los dormitorios de esos hoteles en los que ahora mismo querrías estar ¿Cómo me lo puedo montar en casa? pues fácil, fusionando. Dale todo el protagonismo a la pared del cabecero con un color imponente, y ponle textura con plaquetas decorativas, ladrillos vistos, telas o papeles pintados. Añade algo que mueva el aire. Lo más auténtico, un ventilador de techo; lo más práctico, un buen aire acondicionado que sea silencioso y que añada una función sleep. Después adelanta un poco la cama, mete algo de vegetación y vístela con tejidos mucho más frescos. ¡Si es que no hace falta más!