Por la noche, cansados de todo el día, se hace muy cuesta arriba ponerse a recoger el salón o los dormitorios, pero dejarlo para el día siguiente es mucho peor. Volveréis del trabajo y el cole... ¡y a la montaña de trastos y juguetes del día anterior se sumarán las del siguiente! no dejes que la bola se haga grande. Es mejor recoger durante 10 minutos cada noche, que pegarse la paliza los fines de semana. Dejad la mesa del comedor limpia (sin restos de migas, ni envases vacíos), el sofá con su funda bien puesta, los cojines ahuecados, las mantas en su sitio... Desde pequeños, debemos enseñar a los peques a guardar sus juguetes cuando acaba el juego, y entender que es algo que, como lavarse los dientes, hay que hacer siempre antes de irse a dormir. Dejar la casa ordenada y libre de obstáculos te puede ahorrar más de un disgusto, sobre todo si, por sorpresa, tienes alguna visita al día siguiente.