A pesar de que esté destinado a descansar y dormir, un dormitorio no puede parecer una cueva oscura y tenebrosa, sobre todo esos días en los que necesitas un “chute” de energía para abandonar la cama. Por eso es importante multiplicar en la medida de lo posible su luz y darle mucha más claridad. ¿Y cómo lo hago si es interior o tiene mala orientación? siempre buscando soluciones. Por ejemplo, usando pintura plástica de acabado satinado que hace brillar la pared. O eliminado la pared convencional y en su lugar poniendo una lámina de vidrio o pequeña ventana fija. Así la luz pasará de una habitación a otra, sin tener que darle al interruptor. Potencia la entrada de luz desde las ventanas, y si puedes elige perfiles blancos o metálicos lo más finos posibles.