Otra de las claves para asegurar el descanso en el dormitorio es tener una iluminación adecuada. Es más importante de lo que parece: la iluminación cálida es necesaria para el momento de irnos a dormir, mientras que es necesaria una iluminación fría a la hora de despertarnos. Por eso, no debes dejar que toda la iluminación del dormitorio se base en un único punto (como puede ser una lámpara en el centro del dormitorio). Al revés, debes iluminar diferentes puntos en función del uso que hagas en el dormitorio: ¿te gusta leer en la cama?, ¿te gusta ver la televisión?, ¿tu dormitorio es luminoso o especialmente oscuro? todas estas preguntas te ayudarán a desvelar cuál es tu verdadera necesidad a la hora de iluminar la habitación, pero ten en cuenta que las luces indirectas ayudan a crear diferentes ambientes y a la hora de elegir un tipo de bombilla, sin duda, apuesta por los LED.