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Visto en: Egue Y Seta
La verdad que hay casi para todos los gustos. Desde cabeceros de obra (se hacen en un visto y no visto con pladur) hasta los de madera. Grandes, enormes de ancho y casi nada de fondo. O incluso con hueco para guardar mil cosas. El espacio no es problema para añadir un cabecero nuevo al dormitorio. Los hay de solo unos pocos centímetros de profundidad, contribuyendo así a crear la “ilusión” óptica de que todo el dormitorio es más grande. Y en espacios muy muy minis, la opción rápida y económica es el papel pintado. ¡En unas horas, colocado!