El nuevo edificio bioclimático para instalaciones se realiza junto al camino principal, el gran paseo que une la entrada con las piscinas, y cerca de las piscinas. De esta manera conseguimos que sea accesible a la carga y descarga de los productos químicos, además de alejarla de la zona inundable.
El nuevo edificio bioclimático está semienterrado y entre unos plátanos existentes, consiguiendo que el impacto visual de éste sea el menor posible. Se trata de buscar, por su emplazamiento y materiales que la revistan, una armonía con el entorno natural. El nuevo edificio bioclimático para instalaciones se muestra como una caja abstracta en medio de los árboles, realizada con traviesas de madera. Se permiten las transparencias y juegos ópticos para darle una consistencia más liviana, de pieza prismática que flota y se funde con el bosque. Esto se consigue a través del paso de acceso, que parte la caja en dos partes y piezas metálicas colocadas tras la celosía de traviesas, que reflejan el entorno verde.
Funcionalmente se accede por un camino secundario, el posterior, a través de una rampa de acceso, ya que el edificio estará semienterrado.
El edificio está distribuido en una zona para productos químicos, otra zona está preparada para los filtros y bombas y la que queda a mano derecha del acceso es para medios eléctricos. Hay una distribución muy sencilla; a un lado la zona eléctrica, dosificación y bombas y en la otra zona los filtros y vasos de compensación.
Estos locales se revisten con terrazo.
En el sótano y enterrados se disponen los depósitos de comprensión de cada una de las piscinas.
El agua sobrante de la depuración se almacena en un aljibe y se reutiliza para el riego de los jardines