Es un tema muy recurrente en las juntas de vecinos. En ocasiones tenemos problemas con otras viviendas, ya sea por ruidos, por actividades incívicas o incluso por olores que pueden afectar nuestra propiedad y nuestro día a día.
En estos temas, lo importante es intentar fomentar el diálogo entre los vecinos afectados. Una primera toma de contacto puede evitar discusiones futuras. Es posible que tu vecino no sea consciente del daño que está produciendo. Ahora bien, en el caso de que estas actividades no cesen, será necesario notificarlo al presidente de la comunidad y al resto de órganos de representación (Vicepresidente o administrador).
El administrador se encargará de estudiar los estatutos comunitarios y/o las normativas municipales para determinar si el comportamiento está o no incumpliendo la legalidad. Si no es así, deberá ponerse en contacto con el infractor para pedir que cese la actividad.
Si esto no funciona, la junta de propietarios podrá ejercitar una acción de cesación. Se solicita ante el juez y se pide el cese de esa actividad.
Dependiendo de la naturaleza del problema, tanto la comunidad como el afectado podrán ejercer su derecho ha ser indemnizados por los daños causados.