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Visto en: Rubén Suárez
Las reformas y mejoras en las viviendas son la opción más eficaz para ahorrar en nuestras facturas y cuidar el medioambiente. Pero también hay prácticas que podemos incorporar en nuestras rutinas, que no suponen gasto alguno y pueden mejorar considerablemente la eficiencia energética nuestra casa. Estas son algunas de las más interesantes:
- En invierno, ventila la casa por la mañana y solo durante 10 minutos. Es suficiente para renovar el aire, y no perderás calor.
- Cuando no estés en casa o no ocupes una habitación, baja las persianas. Estos elementos, sobre todo si las lamas están rellenas de espuma aislante, crean una barrera que impide la entrada del frío o del calor (según sea invierno o verano).
- En verano, baja los toldos en las horas de sol. puedes reducir la temperatura interior hasta en 8 grados y bajar el consumo en aire acondicionado.
- No pongas cubre radiadores o muebles delante de estos elementos. Si están instalados bajo las ventanas, mejor.
- Cierra las puertas de las habitaciones para mantener el calor.