La energía solar no es nueva, y lo cierto es que las dificultades que se han puesto para su instalación en viviendas han sido muchas, como el conocido como el impuesto del sol en españa. Afortunadamente, estas trabas han ido subsanándose poco a poco. Estos últimos años hemos visto pasos bastante directos hacia un sistema de energía renovable en los inmuebles españoles. Así, el Real decreto del 5 de abril de 2019, impulsado desde el ministerio para la transición ecológica, supuso un antes y un después en estas limitaciones establecidas por gobiernos anteriores. Desde este real decreto, el gobierno ha intentado recuperar el camino hacia las renovables, también a nivel particular. No obstante, el modelo actual sigue teniendo demasiadas trabas para una democratización energética.
Uno de los puntos más favorables son las ayudas de 900 millones de euros que intentan buscar nuevos usuarios para el autoconsumo. Lo cierto es que ya en 2020 este autoconsumo creció hasta un 30%. A nivel doméstico se duplicó. Invertir en placas solares es invertir a largo plazo, pero hay que tener en cuenta que la vida útil de estos sistemas de energía es de 30 años, siendo además el 85% de sus materiales completamente reciclables.