El golpe maestro para que tu cocina termine de parecer otra es una mejor iluminación. Si aún no has pasado al Led debes hacerlo. El consumo es mucho menor y enseguida se nota en la factura. En una cocina no se puede trabajar medio a oscuras o con una luz insuficiente. Instala tiras de luz en la zona de trabajo o completa su iluminación con lámparas o focos empotrados.
Si te va el estilo más industrial, usa varios flexos en la zona de más "tute". ¿Y qué más? pues por ejemplo cambiar el grifo por otro más chulo y sobre todo eficiente (mejor si abre directamente en agua fría y lleva aireado para reducir el consumo), cambia las cortinas, añade unas plantitas aromáticas, cuelga alguna pizarra para dejar recaditos... Cosas que no cuestan mucho dinero, y funcionan ¡de maravilla!
Y tú, ¿te estás planteado darle un repaso a tu cocina sin hacer grandes reformas? ¿Qué te han parecido estas ideas?