Actualmente, los grifos monomando son los más extendidos. No obstante, hay que señalar que son precisamente estos grifos los que más gastan. El motivo es que cuando los abrimos, los abrimos al máximo caudal, algo que desperdicia mucha agua. ¿Podemos solucionar este pequeño problema? sí, hay algunas opciones interesantes que pueden venirnos bien si las sumamos a un grifo monomando:
Instala un aireador en el grifo: estos elementos reducen la cantidad de agua que se usa sin modificar el caudal. Es una pieza que se enrosca en el extremo del caño. El motivo de que el caudal no se reduzca es que el agua se mezcla con el aire consiguiendo así una sensación similar pero con menos agua.
Instala un tope intermedio de apertura: es un sistema que ayuda a que salga un caudal intermedio. Para conseguir mayor caudal, sólo tienes que presionar hacia arriba.
Aprende otros consejos sobre cómo ahorrar agua.