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Lo que anteriormente era una sucesión de pequeñas estancias se convierte en grandes espacios diáfanos, inundados por la luz natural. La estructura de hormigón armada contrasta (pero no compite) con las suaves tonalidades de los suelos, radiadores... Y plantas. La baldosa hidráulica tan cuidadosamente elegida por los propietarios, se combina con las suaves texturas del hormigón armado de la estructura, y contrasta con la uniformidad y continuidad del pavimento de microcemento. Más abajo veréis que fue necesario mucho trabajo manual para devolver el esplendor a las antiguas tarimas.