La oferta de viviendas de obra nueva no siempre es amplia ni está ubicada en el centro de las ciudades. Por eso, muchas personas optan por comprar viviendas de segunda mano y reformarlas. o bien, invertir en reformar su propia vivienda en lugar de comprar una nueva. En cualquiera de los casos, renovar las instalaciones es una inversión necesaria, incluso mandatorio, llegados a cierta antigüedad de la vivienda o si se trata de la transformación de una nave a vivienda, por ejemplo.
No solo es una cuestión de revalorizar su precio, sino de seguridad y eficiencia energética. Recuerda que las instalaciones eléctrica, de agua, de calefacción y de gas pueden ser el origen de desagradables accidentes domésticos. Puestos a reformar, no escatimes en renovar las instalaciones.