No exageramos cuando os decimos que KonMari es “casi” una religión. Los convencidos te lo discutirán si acudes con escepticismo, pero te lo advertimos para que el impacto en el primer episodio no sea como el mío. Después de revisar toda la casa, marie kondo pide un momento para arrodillarse y dar las gracias a la casa, durante varios minutos de recogimiento. Después de que los habitantes de la casa hayan generado una montaña con toda su ropa, kondo les explica que deben coger las prendas una por una y decidir si le transmiten “la chispa de la alegría”. Por ejemplo, encontrar una camiseta que recuerdas cómoda o que usas un montón, y la salvas del cubo de la basura. En el lado contrario, si esa prenda no tiene “la chispa”, debes darle las gracias y tirarla (o donarla, según su estado).