El diseño bioclimático del edificio lo adapta perfectamente a los condicionantes del clima de murcia. Se concibe como una gran cubierta técnica plana, posada sobre un sencillo sistema de muros. A noreste y noroeste, para minimizar las pérdidas de energía, la cubierta se levanta ligeramente como un ejercicio de papiroflexia, dejando una rasgadura horizontal de ventanas elevadas sobre los muros opacos. A suroeste, se ubica la sala de instalaciones exterior, que hace de espacio tampón bloqueando el paso del calor al interior del laboratorio.
Los muros de la fachada principal se colocan oblicuamente de manera que proyectan la vista directamente al sur y al jardín de acceso, cerrados con vidrios de altas prestaciones protegidos por el vuelo de la cubierta. La transparencia de las mamparas divisorias interiores permite que todas las estancias tengan abundante luz y se comuniquen visualmente entre ellas y con el jardín.