Los suelos porosos son realmente amplios en su variedad. Hay tipos de superficies que están diseñadas de esta forma para ofrecer esa ventaja añadida de pavimento antideslizante. Muchos otros, como el gres o incluso el mármol, pueden tornarse rugosos si no se limpian con regularidad. Finalmente hay acondicionamientos y pinturas que logran que un pavimento adopte esta consideración porosa. Por ejemplo, los suelos de vinilo son grandes sustitutos de buen precio para maderas o cerámicas, no obstante. Estos pavimentos pueden hacerse rugosos a través de diversos tratamientos con micro minerales. También podemos encontrar pinturas antideslizantes que harán que nuestros suelos se conviertan en pavimentos menos deslizantes, creando una superficie más porosa.