Antes de que todo el mundo tuviera persianas en casa, lo que generalmente se tenían eran contraventanas o fraileros. Sin embargo, al inventarse las nuevas persianas, mucho más resistentes y sin a penas mantenimiento, acabaron por derrocar a las preciosas contraventanas. Por suerte, ahora han vuelto a situarse en primera línea gracias a la mejora de la técnica (ahora son de PVC o metálicas) y su gran valor decorativo. Los interioristas más prácticos y minimalistas, sin duda, te recomendarán una ventana fija tipo pared de cristal, o una de aluminio con rotura de puente térmico protegida con una persiana de aluminio o PVC. Pero los nostálgicos seguro que te convencerían para instalar una de las nuevas contraventanas. Perfectas para aislar tu casa del frío, la lluvia o el viento, capaces de regular la luz y, además, insaciablemente decorativas.