Este plan necesitará 210.000 millones de euros de inversión adicionales hasta 2027 para poder aumentar la participación de las renovables, que al final son las energías que más interesan a europa. Una inversión que intentará diversificar el suministro energético de los proveedores a corto plazo y promover así la eficiencia energética.
Toda la inversión del plan se divide en varias partidas. Se incluyen 10.000 millones de euros para infraestructuras gasísticas, 2.000 millones de euros para el petróleo y el resto para energía limpia. Una fuerte inversión que propone objetivos muy altos en temas de energías renovables y ahorro de energía de cara a 2030.
A largo plazo, europa pretende que la energía solar y eólica produzcan el 66% de la electricidad en 2050. Esto supone nada más y nada menos que una duplicación de la tasa del 33% actual. En este marco, el objetivo se marca en el 31% por parte de la energía eólica y el grueso en la energía solar con un 35%.