Hemos comentado que lacar tus puertas podría salirte más caro que instalar modelos nuevos; y es que el lacado es un proceso largo y la puerta debe someterse a unos procesos previos que, evidentemente, encarecen el precio final. No obstante, podemos intentar pintarlas nosotros.
Podemos buscar pinturas especiales con colores potentes como el amarillo, rosa o negro. También podemos pintar el interior de un color y el exterior de otro, añadiendo así, por ejemplo, un acabo en pizarra para que los peques dibujen en ella.
¿Es complicado? bueno, sencillo no es, pero si somos manitas, podemos arriesgarnos. Para pintarla, intenta siempre sacarla de su sitio para poder colocarla en horizontal sobre dos caballetes. Es la forma en la que trabajarás mejor. Recuerda, además, que en este caso tienes que lijar siempre, con el fin de retirar el barniz antiguo. A continuación deberás darle una capa de imprimación y después siempre dos capas de esmalte (como mínimo). Aplica con rodillo para que sea más sencillo y tengas un resultado más uniforme.