Esta obra la llevamos a cabo 3 operarios. Nos encargamos del suministro de hormigón y del vertido del mismo mediante un dúmper.
Al hormigón le echamos fibras de polipropileno para evitar la microfisura y dotarlo de mayor resistencia a la compresión.
Colocamos 2 sumideros en la mitad del tajo para facilitar el desagüe en caso de inundación, o simplemente para que en el momento de lavar el pavimento se pueda realizar con una manguera regando el suelo. Para que el agua llegue a los sumideros realizamos mediante láser una pendiente descendente de todo el perímetro a los sumideros con una caída de un 1,5%.
Una vez empezado el fratasado mecánico espolvoreamos el colorante junto con cuarzo y corindón en la superficie para caracterizar a la capa de rodadura de ese color y de una resistencia mayor.
Terminada la acción del pulido le aplicamos una resina especial para darle un acabado mucho más vistoso y duradero.
Pasado el tiempo de curado del hormigón volvimos para realizarle los correspondientes cortes de juntas de dilatación para evitar que se agriete.
Este trabajo lo realizamos en un día y luego una mañana para realizar los cortes.