En los 70 causó furor, pero luego le cogimos un poco de manía. El papel pintado, por suerte, vuelve renovado y con todos los ingredientes para ser símbolo de innovación y vanguardia. Si quieres lucir una pared de piedra, ladrillo, bambú, metal o hasta cuero, puedes hacerlo con infinidad de papeles pintados. La gran ventaja es que si te cansas, lo retiras y pones uno nuevo.
Recuerda que si buscas mayor resistencia al desgaste, es mejor que elijas uno tejido no tejido (TNT), tienen una capa de vinílico que les permite instalarse incluso en zonas de mucho trote como cocinas, baños o el cuarto de los peques. Nuestro consejo es que hagas caso del fabricante y las etiquetas que acompañan a los papeles para elegir el que mejor se adapte al espacio donde piensas colocarlo. La resistencia a la luz, la humedad, el tipo de aplicación o su lavabilidad son fundamentales para que te dé un buen resultado.