A la hora de buscar nuevos clientes, es bueno fijarnos en cuáles son sus principales miedos. En una reforma hay varios. Para empezar, el cliente tiene miedo a las obras con tiempos largos e interminables. Esto lo podemos solventar ofreciendo un buen servicio. Estableciendo plazos desde el principio y, ante todo, intentar ser francos. Nunca digamos que algo estará en 3 días cuando vamos a necesitar una semana. Además, es importante tener una buena comunicación con nuestro equipo de reformas para que el trabajo pueda fluir lo más rápido posible.
Aunque este miedo es importante, el mayor miedo que tiene el cliente a la hora de contratar una reforma es, sin lugar a dudas, el presupuesto. Sí, ahorrar cuesta, y una reforma, dependiendo del nivel de la misma, puede ocasionar bastante gasto. Este problema podemos solucionarlo ofreciendo líneas de financiación a nuestros clientes. Hay opciones interesantes como Firmax, que se adapta al sistema de trabajo de cada empresa incrementando el número de presupuestos aceptados.