El requisito más importante a la hora de dividir un piso o vivienda es saber si la ordenación urbana en la que se encuentra el inmueble lo permite. Además, si el inmueble se encuentra dentro del régimen de propiedad horizontal, será necesario revisar los estatutos de la comunidad de propietarios.
Cuando superemos estos dos trámites, que insistimos son esenciales, será el momento de hacer el proyecto de obra y solicitar al ayuntamiento la Licencia de obra pertinente. Además, una vez termine la obra de división, también tendremos que solicitar la Cédula de habitabilidad o la licencia de primera ocupación.
Debemos tener en cuenta que dividir una vivienda es una obra mayor. En las obras mayores siempre es necesario contar con un arquitecto o arquitecto técnico colegiado para el proyecto. Este profesional garantizará que las obras cumplan las normativas vigentes y que ambas viviendas resultantes cuenten con las condiciones mínimas de habitabilidad.
Una vez terminados todos estos pasos, será el momento de inscribir los cambios en el Registro de la propiedad. Este también es un trámite obligatorio, pues habremos realizado un cambio en la constitución de la vivienda original y debe quedar reflejado.