¿Te gustaría probarlo en alguna de tus estancias para generar tu propio cobijo de lujo, al estilo de un relajante hammam o baño árabe, propio de aladdín y jasmine? quizá su estilo y combinación resulte recargado y excesivo para el día a día. Pero puede ser muy interesante para dotar de una gran personalidad a una estancia concreta en una casa de segunda residencia. Colores intensos, variados, brillantes… ¿Recuerdas la variedad cromática de un bazar o una tienda de especias? exacto: es infinita.
Elige colores dorados, rojos, naranjas… triunfarás con las paredes y mobiliario. No te olvides de las vidrieras de metal y cristal de todo tipo, los muebles de madera oscura, baldosas y azulejos en muchas y tejidos suaves y multicolores en cojines, mantas, colchas y alfombras con formas geométricas que te permitirían perderte en ellas durante horas. ¿Y a la hora del té? escoge mesas y bandejas de plata labrada, farolillos de forja… crearás en tus estancias un espacio lujoso y acogedor que invita a sentarse en torno a estos elementos para disfrutar de una buena conversación entre amigos.