Para que tu salón se vea siempre a la moda comienza poniendo la vista en sus muros. Lo ideal es que se conviertan en una buena base para después decidir la decoración. Los colores de moda (ya sabes, color del año, colores de primavera, verano...) están muy bien para los textiles o algún detalle decorativo, pero para las paredes siempre es mejor apostar por colores más neutros. El otro punto de atención será el sofá, por ser la pieza más grande del salón. Para acertar con él elige un tono que sea fácilmente combinable y que no te complique mucho la vida con su mantenimiento y limpieza. En gris claro o beige... Y con telas con tratamiento anti manchas; también está la opción de encargar un nuevo tapizado, si de estructura está bien, y solo quieres mejorar su parte estética. Valora esta opción especialmente cuando se trate de un sofá de calidad, o sea una pieza de coleccionista tipo chester.