Porque son piezas muy prácticas, tremendamente decorativas y súper elegantes. No importa el color de la pared de tu salón, ni el estilo. Suma una buena mesa de centro de madera y tendrás un valioso mueble para muchos años. Quedan estupendas rodeadas de otras mesas bajas auxiliares, baúles de mimbre y de sofás, de todos los estilos y tamaños. Y si sientes que te falta luz y el espacio se te cae encima, prueba a sumar un espejo XL que es otro complemento que no entiende de modas. Con marco dorado o decapado, añadir alguno a tu casa será más que un detalle. ¿Y a los pies de esta mesa que ponemos? sin dudarlo, una o varias alfombras orientales hechas a mano. No precisan casi cuidados, quedan bien en todos los ambientes, y son tan resistentes, que serán capaces de resistir varias generaciones.