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Visto en: Estudi de disseny Agusti Costa
Si pensamos en sofás frescos, inevitablemente nos vamos al blanco. El sofá es la pieza estrella del salón, y no podemos cambiarlo cada temporada. Para acertar, déjate de modas y elige una tela básica y neutra. Blanco cuando quieras luminosidad, crema o beige para dar más calor, y gris claro si te tira el nórdico. Así podrás añadir complementos sin miedo a equivocarte. Los más precavidos compran modelos desenfundables que se lavan en la lavadora. Si te haces con un par, tendrás la sensación de que estrenas sofá cada vez que cambies la funda.