De 2 plazas, 3, en esquina, con chaiselongue... El espacio manda, pero no determina que tengas que elegir un sofá que no te gusta. Pasea (física o virtualmente) por las tiendas y compara. Te tiene que gustar (por supuesto), pero también debes asegurarte de que sea cómodo, y fácil de mantener. Importa si es desenfundable y si se puede lavar en la lavadora. ¡Ojo a la estructura, porque es la que resistirá esas largas sentadas viendo series o disfrutando de ricas siestas! ¿Y compensa comprarlo a medida? sí cuando le pides que tenga un fondo determinado, que refuerce los lumbares, que el respaldo sea más alto... Ni que decir si tienes un pilar o una columna que molesta y ningún sofá "entra" en el hueco. Haz números y verás que no siempre son más caros los sofás a medida.