¿Cuántas veces te ha pasado eso de llegar a casa, quitarte los zapatos y suspirar pensando que ya puedes disfrutar de la calma y el relax, y de golpe has ha saltado tu alarma mental de que hay mil cosas por hacer y ni por asomo te puedes tirar en el sofá a no hacer nada? seguro que demasiadas. No te preocupes es un mal común que le ocurre a muchas personas, y que por suerte, tienen solución. Siendo este mes el de los buenos propósitos tachemos para siempre de la lista de objetivos pendientes este deseo inalcanzable. Lograr que nuestra casa se convierta en un lugar dedicado al descanso y el disfrute personal de todos la familia es más fácil de lo que piensas. Eso sí hay que ponerse manos a la obra y ser constantes. Sigue los pasos que te vamos a contar y verás cómo lo consigues.